Terapia por los sonidos (SONOTERAPIA)

El sonido es una de las energías sanadoras más poderosas que existen


«La sonoterapia está catalogada como una terapia vibracional.  Además de abordar la salud física, mental y emocional, va más allá.  Se vincula especialmente al crecimiento personal y al desarrollo de la dimensión espiritual», explica Jordi Ängel Jauset, ingeniero de telecomunicaciones, pero también instrumentista musical y autor de diversos libros dedicados a los principios físicos del sonido y la psicología de la música.  En su obra -La terapia del sonido, ¿ciencia o dogma?- no sólo teoriza sobre el poder del sonido como herramienta sanadora y para elevar la conciencia, sino que explica ampliamente cómo utilizar para tales fines una variada gama de cuencos cantores, diapasones y la propia voz.

Buenas Vibraciones

Ya sea a través de las sutiles vibraciones de los cuencos tibetanos, los palos de lluvia, el didgeridoo, el monocordio, los sonidos armónicos de la voz, los diapasones terapéuticos o los tonos de los Cuencos de Cristal, Jauset asegura que es posible alcanzar un estado de paz y armonía: «La sonoterapia defiende que a través de las vibraciones sonoras es posible equilibrar los distintos órganos y/o  sistemas corporales, basándose en determinados fenómenos descritos por la física clásica.  El primer paso para conseguir un estado de relajación o facilitar un estado de meditación a través de los baños o viajes de sonido»  Jauset insiste en que mediante la estimulación sonora se pueden modificar los patrones de frecuencia alterados en el organismo para que se recuperen de nuevo su frecuencia propia y el estado de armonía que se había perdido.  Lamentablemente, todavía existe cierta percepción popular de que las técnicas de sonoterapia rozan el esoterismo, y los resultados positivos obtenidos con ella se explican por el efecto placebo.  Sin embargo, son muchos los especialistas del sonido que están obteniendo magníficos resultados con sus aplicaciones.  Se ha avanzado mucho en este campo en las últimas décadas.  El uso actual más extendido del sonido se orienta a fines médicos y/o  a la expansión de la conciencia.  En Europa se celebran anualmente congresos médicos sobre medicina acústica con programas especiales de audición para reducir la ansiedad, el estrés, la depresión y el dolor.  Son innumerables los estudios que demuestran el efecto positivo de la música y el sonido sobre la presión arterial, la depresión, el insomnio y otros muchos transtornos.  En este campo, Austria es uno de los países más avanzados.  Los programas de terapia auditiva de Sanoson I-Mat (c), por ejemplo, diseñados por expertos en sonido y música como Vera Brandes y Haans-Ullirich Balzer, tienen en cuenta los datos cronobiológicos de los pacientes. Por su parte  el científico británico Peter Guy Manners ha creado el Cymatic Instrument, que proyecta sonidos en el cuerpo para conseguir la sanación.  Y médicos como Peter Chappell y sus colegas de The Amma Resonsnce Healing Foundatios (ARHF) aplican resonancias sónicas para el tratamiento de enfermedades como el sida y la malaria en Africa.

por  ISABELA HERRANZ